sábado, 12 de abril de 2008

Primera semana de Clases

Es una costumbre bien arraigada en el Geist alemán, darle a los niños chicos en su primer día de clases una Schultüte (esto es, un cucurucho, como diríamos en nuestro precisísimo español) llena de dulces y Süssigkeiten, de modo que puedan afrontar adaptativamente las situaciones ansiógenas que genera la novedosa e impredecible experiencia del colegio. O sea, pa’ que no llore el cabroshico. ¡Eso sí que es un clásico condicionamiento! Seguro que grandes como Karl Jaspers, Hans Urs von Balthasar y hasta el duro de Ludwig Wittgenstein recibieron una para ser niños felices y saludables. No obstante, a pesar de que a mí nadie me dio una de ésas, partí esta primera semana de clases, recorriendo, como casi todos los días, casi las mismas calles que en algún minuto de su vida pisara el casi gloriosísimo Marsilio de Inghen. Pero antes de narrar mi experiencia, creo que es menester aclarar un poco el sistema alemán: existen muchos tipos de cursos distintos, que podríamos agrupar en dos categorías: lecciones (Vorlesungen) y seminarios (Pro-, Mittel- y Hauptseminare).

Las lecciones son en auditorios grandes, donde el profesor habla y los alumnos toman apuntes. La cosa más vertical del mundo, esa cosa que odian mis amigos revolucionarios, partidarios de una educación “desde las bases”. Acá es lo más común del mundo, e impensable de otra manera. Cabe destacar que son auditorios realmente grandes y realmente llenos (dependiendo de la materia, claro). Además, es notable el hecho que no sólo está presente, como era de esperar, la fauna universitaria en su más amplia presentación – desde los pernitos de siempre hasta los tipos voll cool, pasando por toda clase de tribus urbanas intermedias – sino que además llega mucha gente mayor, adulta... o en realidad, adulta mayor, solamente a escuchar las clases. No sé si haya sido igual en la época del eminentísimo Hegel (o quizás… ¡son los compañeros del eminentísimo Hegel!). Se ponen en las primeras filas, lucen ufanos sus canosas cabelleras, se saludan ruidosamente unos a otros y conversan de aquellos tiempos, de qué ha sido de éste, de qué fue de este otro, de cuándo se murieron los demás, etc. etc. Me resulta especialmente curioso el hecho que usualmente el profesor es, por lo bajo, un par de décadas más joven que toda esta sección de la clase, digna de “Los Años Dorados” . Sin perjuicio de lo anterior, fue una experiencia ciertamente impactante estar en un auditorio con 150 personas para escuchar una clase sobre la edición y la transmisión (Überlieferung) de los libros de la “Metafísica” de Aristóteles a través del neoplatonismo de Andrónico de Rodas y cómo eso, en cierto modo, marca las lecturas posteriores. (En Chile, habrían llegado 15 pelagatos y al final de la clase, quedarían 6 lateros… incluyéndome). Más encima, acá existe la costumbre de "aplaudir" al final de la clase dando pequeños golpecitos al banco con los nudillos. Siempre, aunque la clase haya sido pésimas, o una lata, o se hayan tratado puros asuntos administrativos, se hace igual

Los seminarios, por su parte, son otra cosa: salas más bien pequeñas, ubicadas en cada uno de los institutos – los auditorios están todos juntos en un gran edificio al centro de la ciudad (ver foto) – con una cantidad de alumnos muy reducida, no mucho más de 30 ó 40. Ahí sí se da bastante más diálogo e intercambio entre el profesor y los alumnos… o mejor dicho entre los alumnos que quieren decir algo. Acá también pasa el típico silencio incómodo cuando el profesor pregunta algo que debería resultar evidente para todos los que tomaron el curso y nadie quiere responder. Menos va a responder el chilenito, que con suerte cree haber entendido la pregunta. Ese formato toman también los cursos “prácticos” como son los de interpretación de texto, talleres de traducción o de lectura, etc. En los seminarios las evoluciones son a través de exposiciones de los alumnos (el ya comentado Referat) y de Hausarbeite o trabajos escritos, que se entregan durante las vacaciones o bien a comienzos del semestre próximo. ¿Pruebas? ¿Controles de lectura? ¿Tareas? ¿Interrogaciones? No existe nada de eso. ¿Ayudantías? Sí, hay algo parecido (Tutorium) pero que no es muy común.

A propósito, haciendo un flashback, me acuerdo que hace algunas – tres o cuatro – semanas conversaba con Alkistis, una amiga griega, intentando explicarle cómo era el sistema universitario chileno, nuestros ramos, con dos o tres pruebas semestrales, con exámenes y todo eso. Al principio me ponía cara de pregunta, no lograba entenderme, hasta que de repente se le ilumina la cara, y sorprendida me dice: “Ahhh… ¡como en el colegio!”. Unos dieciocho siglos de historia de diferencia pasaron frente a mis ojos. “Si” respondí casi atorándome con las palabras por vergüenza “… como en el colegio.”.

Aprovecho de comentarte que tuve la genial, fantástica e irremediablemente sobrecogedora idea de tomar un curso de lectura de latín, en particular de la Vulgata, la versión latina de la Biblia del año 382d,C. Hasta ahí todo bien. El problema fue que durante el curso vamos a estar leyendo y traduciendo del latín… ¡al alemán! Entonces hazte la idea de cómo estoy intentando sobrevivir entre la lectura del texto en latín, las consultas a mi diccionario (que es latín – inglés… lo que faltaba), la construcción de las frases en español y pasarlo de ahí al alemán, o a veces directo al alemán, pero en realidad, cuando uno entiende el sentido del texto como que se entiende en “ningún idioma” y después hay que transformarlo a alguno…o algo por el estilo. El cuento es que no me es fácil y vamos a ver cómo lo hago para flotar hasta julio. Más encima, voy a tener que hacer una prueba de traducción “en vivo y en directo” del texto hacia el final del semestre. De ahí te cuento…

Finalmente repartí mis ramos entre la facultad de filosofía (Seminario sobre Leibniz y lecciones sobre Metafísica con el famosísimo Jens Halfwassen) y el instituto de latín medieval (lectura de la Vulgata, taller de Paleografía y lecciones sobre las disputas medievales), donde hace algunos meses entré en contacto con la Dra. Carmen Cardelle de Hartmann, una profesora española, radicada hace 30 años en Alemania, que me ha recibido increíblemente bien y me ha ayudado muchísimo con todo. Además, tengo ganas de ir de oyente a algunas lecciones de otras carreras (Historia y Teología). Aprovecho este recuento para comentar también sobre – he tenido sólo una clase hasta ahora – el prometedor curso de Paleografía: es el estudio de manuscritos antiguos, es decir, cómo leer, entender, fechar, identificar y clasificar escritos medievales. Así, por ejemplo, vamos a estudiar técnicamente de qué manera se escribía en el siglo V. d.C. – con qué materiales, cómo se hacían los trazos, cómo se hacían las distintas letras, cómo se abreviaban las palabras – de modo que teniendo un escrito al frente uno sea capaz, no sólo de leerlo y transcribirlo, sino también de identificar a qué escuela podría haber pertenecido, qué estilo representa, de qué fecha podría ser aproximadamente, etc. Comprendo que para la gran mayoría pueda resultar una soberana lata, pero yo lo encuentro sencillamente fascinante. Bueno, por algo somos 7 personas en el curso. A todo lo anterior, hay que sumarle que seguiré estudiando alemán en la Max-Weber-Haus, pero un curso de sólo una clase semanal.

Como verás, todavía sigo en la “luna de miel” del intercambio, sólo que ahora se le suma el elemento de las clases y ver en acto algunas de las muchas posibilidades de formación que ofrecen estos alemanes bárbaros. Lo que se viene por delante es empezar efectivamente a agarrar el ritmo de clases y de estudio, que contrasta bastante con el estilo de vida “Erasmus” que se respira por acá. Además, las próximas semanas se cruzan con algunas otras “actividades” – evito el eufemismo: viajes – que habrán de ser objeto de las próximas intervenciones el blog. El próximo jueves 17 viajo a Stuttgart a reunirme con Diana Aurenque, chilena, casada, actualmente doctorándose en Freiburg am Breisgau en Martin Heidegger con Günther Figal (el primero es la ciudad, los dos últimos son filósofos: el primero muerto, el segundo vivo). Ella y Markus, su increíblemente simpático-y-que-habla-bien-español-aunque-es-alemán marido, me van a recibir por el fin de semana, para ponernos al día y conocer la para-mí-desconocida-pero-probablemente-maravillosa ciudad de Stuttgart. (La foto de acá al lado es de mi estadía con ellos el 2006 en Tiefenbronn.) Luego, habiendo vuelto el domingo, el lunes 21 partiría hacia España, concretamente a Pamplona, a un Congreso de Filosofía Práctica, organizado por el muy querido profesor Dr. Alejandro Vigo, ex profesor de la PUC y actualmente profesor en Navarra. Más encima, viajan varios conocidos desde Chile, lo que hará más macanudo todo aún. Ahí me debería quedar su buena semana, para volver recién el sábado 26.

En fin... como verás, sigo en la luna de miel.
Gott sei dank.

Espero tus comentarios o mails, un abrazo grande,
Cristián.

PS: Así como dice el poeta:

Sólo he encontrado dos cosas que no tienen frontera:
Los hedores de la gente hedionda y la chochera

Quería compartir contigo la última chochera: las mellizas López Rodríguez, Agustina y Emilia (izq.), cero millas, nuevecitas de paquete. Nacieron sanitas, completitas y sin ningún problema. La Pía también está muy bien, prácticamente recuperada.


PS2: Ya puse las fotos que debía de Schwetzingen; ver el final del post.

10 comentarios:

Luis Placencia dijo...

Estimado: Nuevamente inauguro el posteo, y me siento orgulloso "de aquello" (como diría un hombre dle cual es mejor no acordarse!!!)
La verdad es que está muy entretnido lo que cuentas, aunque creoq ue deberías cobrarle derechos a la clínica UC por hacerle propaganda con tus sobrinas que son realmente com de comercial!!!
Felicitaciones, sobre todo por eso!!!

Un gran abrazo,
Lucho.

Unknown dijo...

Hola Cristián.
¿Porque pasaste del multitudinario"ustedes" al intimo y casi solitario"tu" en la última parte del blog.
Si al menos somos dos los lectores merecemos un plurar...
Bueno, "como en el colegio", seguiremos los shilenitos ablando que nos faya la educasion pero por desigualdadn o por responsabilidad o método...
Un abrazo y buenos viajes.

Elías Lestrade dijo...

Estimado, muy bueno y exhaustivo el último posteo de tu blog. una de las cosas que me hizo recordar es esa costumbre rara de golpear los bancos con los nudillos al término de una clase. ése sonido sordo toc-toc-toc es muy extraño.

se nota que estás aprendiendo como loco, lo que es bueno. acá en nuestra patria, métete a e-mol, los temas candentes son la acusación contra nuestra ministra de educación y el fallo del tribunal constitucional en contra de la píldora "del día después", hecho que ha provocado una batalla campal entre "liberales" y "conservadores" (nombres vacíos que no significan nada, pero se entiende). de todas maneras, el debate ha sido pobre y bastante cegado para mi gusto. (cf. última columna de carlos peña)

saludos y sigue disfrutando

Ximena dijo...

Cristián, ¿por qué no mandas el telefono de alguno de los que viaja a España? quizás te puede llegar algo.

Por Dios que estás haciendo cosas!!! me llego a agotar al leer, pero bueno..... no se volverá a vivir.
Sigue así
besitos
xime

Anónimo dijo...

Holiii!!!!!!
anduve urgando tú blog a ver si encontraba alguna esperanza para mi perdición en Heidelberg....
Más de algo saqué!
Suerte en ésta, tú segunda semana de estudios en Alemania.
Cariños, Fran

Anónimo dijo...

Hola Cristián!!!
Es primera vez que posteo...intentaré perder la vergüenza.
Primero, muchas felicitaciones por tus sobrinitas. ¡Son preciosas!
En segundo lugar: ¿qué pasó con lo formal? Pasate del ustedes al tú. De repente pensé que era un mail dirigido sólo a mí. Igual me emocioné, jajaja.
En fin, muy buenas tus anécdotas...te envidio cada día un poco más por todo lo que cuentas. Que pena que nadie te dio un cucurucho de dulces...espero que ese día no te haya matado la ansiedad. Pero veo que estás entusiasmado y feliz con los miles de ramos que tienes y que se ven muy interesantes. Supongo que con lo genio que eres no debes tener problemas ya con el alemán...Y con respecto a la gente mayor en los Vorlesungen: yo estoy en la de los Andes. Para nosotros eso es pan de cada día, jajajajaja.
Te mando golpecitos en la mesa (en Freiburg lo hacíamos también después de cada Referat) por tu informe. Muy bueno, como siempre. Y estéticamente bien construido (buena elección de fotografías).
Un abrazo y un beso grandes
Pau

jorge dijo...

Cristián,
siempre leo tu blog, pero por asuntos estructurales cuando dices "tú" me siento excluído más que personalizado. Creo que estos siete comentarios en esta entrada te muestran que somos mucho más que una segunda persona.
Para no repetir todo lo dicho por otros ilustres comentadores, solo decirte que cuando hagas tu primera clase de filosofía en Chile, espero estar ahí para golpear el banco con los nudillos. Quizás, por asuntos trasferenciales, terminan todos haciendo lo mismo.
Un gran abrazo,
Jorge

onca dijo...

Hola Cristian, espero al igual que tus amigos, ser una de las cabezas blancas que golpeen el banco al final de una charla tuya. Me parece super entretenido lo de la
¿Paleografia? Osea creo que serás el unico chileno que sepa algo de
eso. Cúidate en tus vuajes y pásalo shansho
Onca

[velasco] dijo...

Cristián,
Por azares he terminado en tu blog; muy buen (y sistemático) relato de tus días en las callecitas de Hegel y Jaspers. Espero sigas disfrutando a concho las bondades de Heidelberg. Un saludo en la distancia de quien ya ha retornado al "agradable" sistema de nuestro terruño. Éxito en todo, alles gutte!

Cristián dijo...

Aunque no suelo autocomentarme, hago una excepción para agradecer los comentarios y poder marcar por lejos la entrada más comentada de todas.

Interesante resultó el experimento de pasar del "ustedes" al "tu". Nunca tuve la idea de que hubiera sólo una persona leyendo, pero sí pretendía que fuera algo más íntimo o directo, como bien dijo la profesora Castellón. No sé que vaya a hacer para la próxima, se aceptan sugerencias.

Aprovecho de pasar el dato: el Heidel-Blog está participando en el concurso de Blogs de la DGE de la PUC donde si sale OK, su dueño CR podrá recibir $$. Los alumnos de la PUC pueden votar acá:
http://dgeuc.cl/concursos/content/view/42/76/

Saludos y muchas gracias por la paciencia lectora!!

Cristian
Autor intelectual y material del Heidel-blog.

Ps: Mañana parto a España; a la vuelta (prox. semana) posteo con lujuria de detalles.