Siendo miércoles 5 ya puedo contar dos semanas completas desde que llegué a esta ciudad. Dos semanas que no han estado exentas de distintas experiencias, que he estado procurando acumular para exprimirlas – al menos las últimas – en esta entrega. Partamos por orden:
I. Curso de alemán (vorbereitender Sprachkurs). Si la última vez les contaba que había quedado en el curso superior de alemán en la Max-Weber-Haus, hoy ya contar un poco del curso mismo. (A todo esto, la Max-Weber-Haus es efectivamente la Haus donde vivió Max Weber, y que tuvo la importancia de ser un núcleo intelectual de Heidelberg desde mediados del siglo XIX en adelante. Hoy, sus visitantes apenas logramos hablar alemán…).
De partida, el grupo del curso es sumamente heterogéneo en cuanto a nacionalidades – aunque tiradito a lo europeo-occidental – y muy homogéneo en relación al nivel de alemán, lo que es muy bueno. Así, por ejemplo, he podido conocer a Hervè, un francés de Alsacia, estudiante de química que quiere ser profesor de colegios bilingües; un tipo entrañable, siempre sonriente y bien dispuesto, tranquilo y sosegado, con aires inocentes. Me da la impresión que si el Principito hubiese crecido, sería parecido a él. Por otra parte, también está Giovanni, italiano, estudiante de diplomacia con quien he almorzado un par de veces, que pasa más por gringo que por europeo: medio altanero, hablando con mucha soltura, pero muchos garabatos y frecuentemente criticando a la profesora del curso, los ejercicios o la cantidad de trabajo. También he estado bastante con Paulina, polaca, y Alkistis, griega, quienes andan siempre juntas. La primera podría ser modelo, pero es estudiante de economía; la segunda calzaría perfecto en lo que nosotros llamaríamos una “pernita”, estudia derecho y le interesaría especializarse en derecho civil y de familia. Muy delicadita y "amorosita", como podría decir alguna tía. Ambas también tienen un muy bien alemán, y, como buenas señoritas, hablan muy correctamente, sobre todo Alkistis. No quiero seguir pasando lista, pero también destacan Giorgia, filósofa italiana; Marianna, chipriota, futura estudiante de medicina. Un par de cosas sobre el curso mismo: el nivel es claramente difícil y, al menos para mí, desafiante. Estamos estudiando cosas bastante complejas de gramática (construcción de Passivsätze, Modalverben con sus diferentes matices, significado subjetivo y objetivo, todo esto mezclado con Konjuntiv I y II, etc.). Además, tenemos mucha comprensión de lectura y auditiva, lo que complejiza todo, pero al mismo tiempo lo hace mucho más entretenido. En otro sentido, quería también comentar que, de alguna u otra manera, el curso ha estado girando en torno a la multiculturalidad y la convivencia. Llevamos ya varias clases intercambiando impresiones respecto de Alemania en comparación a nuestros países, a las diferencias interculturales y a la dificultad de encontrar criterios o valores universales, transversales a todas las culturas que nos puedan guiar en el encuentro intercultural. La tesis que ha primado – a partir de una exposición sobre Rorty que hizo Giorgia – es que sólo podemos fundar una ética de sentir el dolor del otro, puesto que es el único punto en el que somos todos universalmente idénticos. No quiero desarrollar acá mi rechazo a una postura de ese tipo, que se convierte en un emotivismo barato y una suerte de hedonismo invertido, y por tanto, bastante relativista al mismo tiempo. Ya me tocará hacer una exposición a mi la próxima semana, y estoy dándole vueltas a ver cómo puedo dejar en pie la tesis opuesta – valores universales! – tratar de balancear un poco la cosa. (¡perdón para los no filósofos!)
La Max-Weber-Haus podría perfectamente ser el escenario de un comercial de Benneton: en la hora del desayuno – generosa gentileza de los organizadores – nos encontramos todo tipo de razas y gentes en el subterráneo. Sin perjuicio de lo anterior, hay una natural tendencia a formar grupos homogéneos: casi todos los italianos se juntan entre ellos, los americanos/ingleses/australianos, los turcos, los asiáticos, etc. Los chilenos, al ser tan pocos – tres – no alcanzamos a formar un grupo, así que nos distribuimos por ahí. Llama la atención la poca concurrencia de latinos por acá: nosotros somos mayoría, hay un colombiano por ahí, creo que un peruano, una cubana regia por allá (´tupenda, cabaia!!) y no mucho más que eso. Argentina, México, Venezuela… brillan por su ausencia.
I. Curso de alemán (vorbereitender Sprachkurs). Si la última vez les contaba que había quedado en el curso superior de alemán en la Max-Weber-Haus, hoy ya contar un poco del curso mismo. (A todo esto, la Max-Weber-Haus es efectivamente la Haus donde vivió Max Weber, y que tuvo la importancia de ser un núcleo intelectual de Heidelberg desde mediados del siglo XIX en adelante. Hoy, sus visitantes apenas logramos hablar alemán…).
De partida, el grupo del curso es sumamente heterogéneo en cuanto a nacionalidades – aunque tiradito a lo europeo-occidental – y muy homogéneo en relación al nivel de alemán, lo que es muy bueno. Así, por ejemplo, he podido conocer a Hervè, un francés de Alsacia, estudiante de química que quiere ser profesor de colegios bilingües; un tipo entrañable, siempre sonriente y bien dispuesto, tranquilo y sosegado, con aires inocentes. Me da la impresión que si el Principito hubiese crecido, sería parecido a él. Por otra parte, también está Giovanni, italiano, estudiante de diplomacia con quien he almorzado un par de veces, que pasa más por gringo que por europeo: medio altanero, hablando con mucha soltura, pero muchos garabatos y frecuentemente criticando a la profesora del curso, los ejercicios o la cantidad de trabajo. También he estado bastante con Paulina, polaca, y Alkistis, griega, quienes andan siempre juntas. La primera podría ser modelo, pero es estudiante de economía; la segunda calzaría perfecto en lo que nosotros llamaríamos una “pernita”, estudia derecho y le interesaría especializarse en derecho civil y de familia. Muy delicadita y "amorosita", como podría decir alguna tía. Ambas también tienen un muy bien alemán, y, como buenas señoritas, hablan muy correctamente, sobre todo Alkistis. No quiero seguir pasando lista, pero también destacan Giorgia, filósofa italiana; Marianna, chipriota, futura estudiante de medicina. Un par de cosas sobre el curso mismo: el nivel es claramente difícil y, al menos para mí, desafiante. Estamos estudiando cosas bastante complejas de gramática (construcción de Passivsätze, Modalverben con sus diferentes matices, significado subjetivo y objetivo, todo esto mezclado con Konjuntiv I y II, etc.). Además, tenemos mucha comprensión de lectura y auditiva, lo que complejiza todo, pero al mismo tiempo lo hace mucho más entretenido. En otro sentido, quería también comentar que, de alguna u otra manera, el curso ha estado girando en torno a la multiculturalidad y la convivencia. Llevamos ya varias clases intercambiando impresiones respecto de Alemania en comparación a nuestros países, a las diferencias interculturales y a la dificultad de encontrar criterios o valores universales, transversales a todas las culturas que nos puedan guiar en el encuentro intercultural. La tesis que ha primado – a partir de una exposición sobre Rorty que hizo Giorgia – es que sólo podemos fundar una ética de sentir el dolor del otro, puesto que es el único punto en el que somos todos universalmente idénticos. No quiero desarrollar acá mi rechazo a una postura de ese tipo, que se convierte en un emotivismo barato y una suerte de hedonismo invertido, y por tanto, bastante relativista al mismo tiempo. Ya me tocará hacer una exposición a mi la próxima semana, y estoy dándole vueltas a ver cómo puedo dejar en pie la tesis opuesta – valores universales! – tratar de balancear un poco la cosa. (¡perdón para los no filósofos!)
La Max-Weber-Haus podría perfectamente ser el escenario de un comercial de Benneton: en la hora del desayuno – generosa gentileza de los organizadores – nos encontramos todo tipo de razas y gentes en el subterráneo. Sin perjuicio de lo anterior, hay una natural tendencia a formar grupos homogéneos: casi todos los italianos se juntan entre ellos, los americanos/ingleses/australianos, los turcos, los asiáticos, etc. Los chilenos, al ser tan pocos – tres – no alcanzamos a formar un grupo, así que nos distribuimos por ahí. Llama la atención la poca concurrencia de latinos por acá: nosotros somos mayoría, hay un colombiano por ahí, creo que un peruano, una cubana regia por allá (´tupenda, cabaia!!) y no mucho más que eso. Argentina, México, Venezuela… brillan por su ausencia.
II. Europahaus. Si alguien se quiere venir de intercambio a Heidelberg, no sólo le insistiría hasta el hastío que lo hiciera de todas maneras, sino que también que pusiera todos los medios posibles para que sea asignado a alguna de las Europahäuser. La mía es la II, donde vivimos alrededor de 100 estudiantes. La gran mayoría de mis compañeros viven en Neuheimer Feld, esto es, al lado norte del río, lleno de edificios cuadráticos y cúbicos, como si fuera una ciudad y un siglo distinto al de la Altstadt, donde vivmos nosotros. Por lo demás, todos los edificios – al menos el área humanista – quedan por acá, al igual que la Max-Weber-Haus, lo que implica que nuestros pobres amigos que viven en Neuheimer Feld tienen que gastar su tiempo y sus euros en trasladarse, mientras que nosotros caminamos por las calles de piedra de la Altstadt, cruzamos el Neckar por el Altebrücke y llegamos a clases. Chúpate esa.
Mi amigazo Pato Domínguez se estuvo quedando algunos días conmigo, tras haber hecho el ya mítico Winterkurs del DAAD en Freiburg. Tras su partida, hace ya una semana, llegó a nuestro departamento Jeremías, el pololo de la Cony, quien además está aprovechando de terminar su tesis en derecho comercial internacional en el Max-Planck-Institut de por acá. (Si, parece que acá en Alemania casi todo tiene nombre de personas…) Aunque no habla alemán, se ha integrado bastante bien con todos nosotros, incluyendo las italianas. En definitiva, lo seguimos pasando Schwein, como podrán ver en este video, tomado en nuestra también ya mítica “Comida Chilena” (chilenisches Abendessen) con empanadas, pisco sour y Quincheros inclusive. Después llegó el reggetón y no volvió a ser lo mismo.
La vida nocturna todavía no ha sido exhaustivamente explorada, al menos por mi parte. Más de alguna vez, claro está, hemos salido a tomarnos alguna cerveza, o bien, ir los martes al Vespabar, tiempo y espacio donde se suelen reunir los estudiantes de intercambio, o como son llamados acá, los Erasmus-Studenten (Erasmus es el programa europeo de intercambio, con el cual todos los españoles et al. vienen a destrozarse el hígado). Cada vez que nos preguntan, tenemos que entrar a explicar que nosotros no somos de Erasmus, pero que venimos a lo mismo, así que en realidad sí somos partes de los Erasmus pero no somos Erasmus, siendo que, en la práctica, sí participamos en estas cosas tal como si fuésemos de Erasmus, aunque no estemos inscritos en los registros oficiales de Erasmus, que son sólo para los que sí son Erasmus. En concreto, mejor decir que si somos Erasmus y se acabó el cuento (y qué culpa tiene el de Rotterdam!!)
Demás está decir que estoy aprendiendo en cantidades industriales: llevo como 1,8 containers de vocabulario, frases y expresiones alemanas. Por ejemplo, ayer, en el contexto de un seminario de cine que hay en las tardes en la Max-Weber-Haus, aprendí el verbo separable hochkommen, que significa subir, pasar o entrar a un departamento. Así por ejemplo, si veo a un amigo por la ventana de mi pieza y le quiero decir que suba, sólo basta que diga “Komm hoch!”. El alemán es un idioma muy preciso.
Bueno, por ahora no tengo mucho más que seguirles contando. Sigo expectante de sus correos, en la medida que me sea posible leerlos y contestarlos – la burocracia todavía no me permite tener acceso a Internet en la universidad, así que este Cybercafe es mi gran amigui y el aporte que más aprecio de la colonia turca en Heidelberg –. Para la próxima entrega probablemente cuente algo sobre la exposición que tengo que hacer el próximo martes – ¡¡se aceptan sugerencias de tema!! – y sobre mi cumpleaños (las chiquillas parece que querían hacer una comida o algo en la casa: yo feliz.. si alguien quiere venir, me avisa!), que vendría siendo el viernes 7, el mismo día del tránsito al Cielo de Tomás de Aquino y de las condenas de Étienne Tempier a las 219 tesis averroístas. .
Les sigo mandando un abrazo muy grande a todos – pero un abrazo distinto, no es el mismo que mando siempre todas las veces – y escríbanme de vuelta, sobre todo los que vengan llegando de sus vacaciones, para contarme de sus bronceadas, asados, llenadas de arena, estadías en el lago Reñupamancohuellileo y demases.
Herzlichen Grüssen,
Cristián
PS: Los dejo con algunas otras fotos.
Les sigo mandando un abrazo muy grande a todos – pero un abrazo distinto, no es el mismo que mando siempre todas las veces – y escríbanme de vuelta, sobre todo los que vengan llegando de sus vacaciones, para contarme de sus bronceadas, asados, llenadas de arena, estadías en el lago Reñupamancohuellileo y demases.
Herzlichen Grüssen,
Cristián
PS: Los dejo con algunas otras fotos.
Maria.. la chiave!!
La Max-Weber-Haus junto al río
Plöck, la callecita donde me tocó llegar.
La casa del ser!!! Dentre sin golpear...
7 comentarios:
Buenisima la comida chilena...!!!!!
Felicitaciones a la Cony y pololo, por las empanadas, se pasaron!!!
La musica super.
Me parece muy buena idea que te celebren tu happy, nosotros te acompañaremos desde aca.
Una abrazo
ana maria
Soy la Ua, la oncame llevo a Heilderber para conocer su casa y sus amigas, todas ellas son muy bonitas y me alegra que lo tengan regaloneado. A la invitacion de su cumpleaños siento no poder asistir personalmente, pero espiritualmente estaré todo el dia con Ud.
Con un abrazo y un beso de abuela se despide
LA UA.
UN BESO CRISTIAN, YO TAMPOCO VOY A PODER IR. cHAO oNCA
Estimado, recuérdame cuándo es tu cumpleaños quelo olvidé...!!! Sé que es en Abril!!!
Las fotos, para variar son trucadas!!! La verdad es que no puedes engañar así a los visitantes del blog!!!
Ah!!! Y no vivan en la Europahaus, no es como C. dice, erstá llena de Chinos hediondos a ajo y de chilenos que oasan curados (como Cristián) todo el día!!!
Bueno estimado, espero que la próxima reveles que vivesen la pocilga más fea de Alemania!!!
Un abrazo,
Lucho.
Hola Cristian.
Muy entretenido tu blog, lo leemos y disfrutamos con la Bernardita cada vez que agregas tus nuevas experiencias.
Me preocupan las opiniones de tu amigo Placencia, poco a poco sabremos hasta donde llegan los photoshops (o como se diga en aleman).
Yo estoy preparando un proyecto de una brauhause, es austriaco, pero igual lo entenderas.
Por eso acepto ideas desde el origen .
Un abrazo
Pablo y Bernardita
Yo estuve en Europa Haus y era bien agradable, salvo esa puerta en la cocina toda rayada y un olor estable a... no sé qué era. Así que lo que dice lucho es de pura mala leche.
un abrazo cristián
pato d
Hola Cristián y muy felíz cumpleaños. Estuve tratando de ver la forma de llegar a abrazarte hoy, pero ya no hay vuelos en el Concorde.
Recibe un abrazo y un beso de tu tia y tus primos Garretón.
Onca.
Feliz Cumpleaños y cambia la foto de la portada.Te ves muy viejo.
Un abrazo
Papá
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